Aprovechando una salida de fin de semana, acompañada de una lluvia bastante intensa, pude sacar estas fotografías que en condiciones normales no hubiese podido realizar.
Tenía ganas de fotografiar después de una lluvia intensa y por quehaceres del azar, coincidió ese fin de semana en plena naturaleza. El lugar era idóneo para disfrutar de ese momento. Sólo era necesario encontrar el plano ideal y poner en práctica algunas de las ideas que había ido recogiendo en blogs especializados en fotografía. Finalmente, dado que no tenía planificado esta salida, fui improvisando sobre la marcha y dejándome llevar por lo que allí iba viendo.
Después de la fuerte lluvia llegó la calma...y en ese momento me decidí a salir. Todo estaba empapado y sobre las hojas de las plantas, resbalaban aleatoriamente las gotas de agua. Silenciosas pero con un ritmo hipnotizante, las gotas, iban cayendo golpeando sobre el suelo de piedras. El silencio y la calma hacía como si el tiempo se hubiera detenido, dando tregua a una paz momentánea. Minutos después, la lluvia volvía a caer inténsamente, rompiendo esa paz y ese silencio... pero yo ya tenía lo que buscaba...mis fotos después de la lluvia.
Espero que os gusten. Para cualquier tema a tratar os podéis poner en contacto conmigo a través de un comentario en el blog o bien en este correo electrónico:
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